La Comunidad de Propietarios acuerda repercutir a los propietarios
de locales comerciales el importe de la obra de reparación de bovedillas en los
aseos de la piscina y sustitución de las puertas del portal.
En los Estatutos de la Comunidad se establece: b) Quienes no sean propietarios o usuarios
de viviendas del conjunto no disfrutarán de la sala multiuso de la Comunidad,
de la piscina y su zona ajardinada, así como de sus servicios de botiquín,
vestuarios y aseos, viniendo los propietarios de las viviendas obligados al
pago, por partes iguales, de los gastos de conservación, limpieza,
entretenimiento, plantaciones y cualesquiera otros servicios y suministros
precisos para la perfecta utilización de la zona, de cuyos gastos están
excluidos los propietarios de los locales comerciales y del local garaje, de
cuyos servicios no podrán hacer uso (...)f) Los locales comerciales no participarán en los gastos de iluminación
del portal, escalera y ascensores ni del mantenimiento, limpieza y decoración
de tales servicios, de los que no hacen uso.
Tanto el juzgado de primera instancia como la Audiencia
Provincial, en apelación, desestiman la demanda de nulidad del citado acuerdo
interpuesta por el propietario de los locales.
El Tribunal Supremo, sentencia de 4 de octubre de 2017,
estima el recurso de casación y declara nulo el acuerdo de la Comunidad,
exonerando al propietario de los locales del pago de los gastos derivados de la
sustitución de las bovedillas y de la instalación de la puerta del portal.
Considera el Supremo que la doctrina jurisprudencial al respecto tiene declarado que las
exenciones genéricas de gastos que afectan a los locales contenidas en las cláusulas
estatutarias, con apoyo en el no uso del servicio, comprenden tanto los gastos
ordinarios como los extraordinarios.
La mayor parte de las sentencias de esta sala se refieren a
la instalación de ascensores, es decir, a la inclusión de un servicio nuevo
dentro de la comunidad, con la especificidad que dicha cuestión genera.
En el presente caso se trata de sustitución de unas
bovedillas por otras y la colocación de una puerta en el portal y, por otro
lado, de unos estatutos que incluyen una exención «específica», en relación con
los gastos de conservación. Es decir, no se trata de una exención «genérica»
como la analizada en la doctrina jurisprudencial mencionada.
En la sentencia recurrida se mantiene la condena al pago de
los conceptos impugnados, pues parece deducirse que no los considera gastos de
conservación, sin mayor análisis.
De lo expuesto debemos declarar que de acuerdo con el art.
9.1 de la LPH , la comunidad pactó unos estatutos que exoneraban a los
titulares de los locales, del pago de los gastos relativos a la conservación de
las instalaciones de la piscina y del portal, por lo que en este aspecto ha de
estimarse el recurso, pues las partidas que se impugnan son claramente
referentes a la conservación del inmueble, como es la instalación de una puerta
en el portal y la sustitución de las bovedillas existentes, obras con las que
se pretende el mantenimiento de los elementos comunes referidos, sin que conste
que sean instalaciones ex novo, es decir, que no existieran antes.
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