Siempre he dedicado este espacio a comentar temas jurídicos,
sin embargo, a riesgo de ser abandonado por mi escasa pero fiel audiencia,
considero que la situación que atravesamos, por lo insólita, merece reflexionar
sobre ella.
En mi ingenuidad pensaba que después de haber vivido, treinta
años, el régimen de Franco y luego, en vivo y en directo, la transición, ya no
me quedaba por presenciar ningún acontecimiento que mereciera la pena. ¡Qué
equivocación!. Llevo casi dos meses recluido en mi casa y sin expectativas claras
de que esta situación vaya a mejorar por ahora, sin embargo lo inusitado es que este confinamiento
tiene alcance mundial.
Hay dos aspectos de la cuestión que me resultan
incomprensibles. El primero la disputa que aparece en todas partes para determinar
quién es el culpable de lo que nos está ocurriendo, si no fuera algo tan
sumamente grave parecería un chiste que trae a la memoria la antigua fábula,
que leíamos de niños, de las liebres acosadas que se detenían a discutir si
"eran galgos o podencos los perseguidores"... el final ya lo
conocemos.
Por otra parte no acierto a entender cómo no nos percatamos
de que este escenario no tiene parangón en la historia del mundo, parece
indudable que estamos en el fin de una era, es decir 2020 será sin duda el
último año de la llamada Edad Contemporánea, los libros de historia se
referirán a estos hechos como análogos a la toma de Constantinopla o de La
Bastilla, que pusieron fin a eras históricas, por eso no tienen, a mi entender,
mucho sentido ni la antedicha discusión acerca de la culpabilidad, ni los
"parches" para paliarlo, ni las "profecías" para cuando
esto pase. Nadie puede pronosticar cómo va a quedar la economía, la política o
la sencilla vida de los ciudadanos, después de este cataclismo.
Quienes no tenemos ningún mando ¿Qué debemos hacer? Está
claro que procurar no agravar la realidad. ¿Cómo? Cumpliendo esta condena de
reclusión, es posible que no impida la propagación del virus, pero desde luego
lo que no hace es aumentar esa propagación.
En otro orden de ideas podemos dedicar estas interminables
horas a afianzar y reforzar lazos de amistad y de cariño con nuestros
semejantes, gracias a Dios tenemos los medios técnicos suficientes para casi
sustituir el trato personal .
También es una ocasión pintiparada para recapacitar sobre la
fragilidad y vulnerabilidad del ser humano y las obras de sus manos, y para asumir
las consecuencias de esa reflexión.
Para finalizar, puestos a arbitrar soluciones utópicas,
siquiera sean sólo para nuestro maltrecho país, me viene a la memoria lo
ocurrido en la segunda guerra púnica, cuando con Aníbal "ad portas",
los romanos nombraron a Fabio Máximo "dictator" con plenos poderes
durante seis meses. En España, más que nada por la alergia que la ciudadanía
puede tener a un "dictator", podíamos sustituirlo por un triunvirato
de próceres, se me ocurren estos tres nombres, Amancio Ortega, Julio Anguita y
Emilio Calatayud. Un hombre emprendedor de eficacia demostrada, un ideólogo
honesto y un jurista con mucho sentido común.
Por lo demás ¡Que Dios nos coja confesados!. Aunque ni
siquiera eso es fácil en los días que corren.
Ojalá que hallen pronto un antiviral que funcione para los contagiados, y una vacuna para los sanos.
ResponderEliminarConfiemos en los científicos. Que por cierto son los que tendrían que ganar dinero en este país y por el contrario muchos doctores son incluso mileuristas (becarios)
Te escribía y se me ha borrado.Reanudo el largo texto.Tu teflexión apunta a dos cosas que son muy importantes y comparto.La primera es que el llamado Nuevo Orden Mundial probablemente acaba de recibir un golpe de consecuencias imprevisibles que nos pone a las puertas de un nuevo estado de cosas.La segunda es que resulta de tal magnitud el drama q pueda estar exigiendo alternativas más próximas a las de un gobierno de sabios q a los políticos de turno.
ResponderEliminarComo fuere,ed muy cierto este es un fuerte golpe a la soberbia humana.Nunca mejor la expresión que Dios nos asista.
Voto por el triunvirato, pero que no acabe como acabaron sus predecesores romanos.
ResponderEliminarCambiará nuestra escala de valores y nuestras formas de relacionarnos, a ver si no olvidamos de la importancia de la sanidad y de la i+d..., pero no veo yo que suelten "cacho" los que nos "lideran"... ¡ea¡
ResponderEliminarMucho ánimo compañero, todavía nos tocan cosas más interesantes por vivir.
ResponderEliminarÁnimo es lo que no me falta, per gracias de todos modos, compañero.
EliminarEn principio pense ya antes de carnaval nos vendra en la ropa y le comente a mi hija no compres nada para carnaval , porque no se por donde entrarà , pero lo que estaba claro que una nuve de no se que se nos acercaba , acaso no hay un dicho que el mundo es un pañuelo estamos tan preocupados por la economia cuando lo mas importante es respirar.Seguiran las buenas personas pero los arrogantes por desgracia tambien , pero lo que esta claro que los buenos son los que procuran salvarnos.En ocasiones dificiles es cuando se distinguen. Un saludo cordial de sabella Barbaro.
ResponderEliminarDeseo que todo pase pronto ,para que nuestro pais y el resto del mundo pueda volver a la normalidad dentro de esta pandemia , hoy en dia tan inexplicable , aunque tengamos un pensamiento en una direcion que algun dia los cientificos lo descubriran y puede ser que las personas de apie no lo sepan nunca. Un saludo cordial de Sabella Barbaro
ResponderEliminarGracias Pedro, la otra noche vi una película, LA LADRONA DE LIBROS basada en hechos reales, al final de la película en la cual la protagonista pasa mil y una calamidades, dice asi, de todo esto aprendí que la vida no hace promesas, te sorprende y ya, yo en mi ignorancia añadiría en determinadas ocasiones te sorprende para bien o para mal, y a partir de hay se desarrolla en base a la sorpresa, ahora ya veremos cómo se desarrollarla todo esto. SUERTE A TODOS
ResponderEliminarGuadalupe, gracias por leerme y por el atinado comentario
EliminarAparte de la confusión que nos ha creado este Gobierno y su ineptitud, lo que nos faltaba era regresar a los Reinos de Taifas donde cada Presidente de las CCAA se crea sus propias normas para los habitantes de su región.
ResponderEliminarNo tenemos remedio siendo un pueblo ya de por si indisciplinado y asi nos va.
Estamos con un gobierno que quiere hundirlo todo.
ResponderEliminarMe ha encantado su artículo, y yo que solo entré en Todo Expertos para una pregunta puntual.
ResponderEliminarSi, esta pandemia está cambiando mucho nuestras relaciones personales, sea con la familia o con los amigos, pues los españoles con lo efusivos que somos todo va a quedar en agua de borrajas asi que nada de besitos en las mejillas ni abrazos ni apretones de manos y con eso de la " distancia social " cada vez nos aislaremos más.
Un cordial saludo y muchas gracias por su respuesta a mi pregunta.
O sea, que tendré que estar pegado al Tfno, fijo hasta que Hacienda tenga a bien llamarme.
Atentamente
Isidro