HECHOS:
Como consecuencia de una sentencia de desahucio por falta de
pago, la comisión judicial, en la diligencia de lanzamiento, hace constar que
no hay nadie en la vivienda y hace entrega de la posesión de la casa al
propietario.
Una vez que la comisión judicial abandona el lugar, mientras
se está produciendo el cambio de cerradura por el propietario, se persona allí una mujer oponiéndose al cambio de cerradura y al abandono de la
vivienda y requiriendo la presencia de la policía local.
Los agentes de la policía local, a requerimiento de esta
persona, que muestra un certificado de empadronamiento, proceden a permitir que
ocupe la vivienda, al no poder el propietario de la misma entregar una
copia de la diligencia de lanzamiento a los agentes, ya que no suele hacerse
entrega de copia, remitiendo al propietario a la interposición de la
correspondiente denuncia.
La ocupante es condenada por el delito leve de usurpación
de vivienda, recurre la sentencia invocando:
Que la citada vivienda había sido objeto de un juicio de
desahucio por falta de pago contra su padre, inquilino de la misma, que por lo
tanto ella en ningún momento puede haber incurrido en un delito de usurpación
al desconocer la voluntad contraria del propietario a la permanencia en la
misma por parte de la ocupante.
La Audiencia Provincial de Cádiz, sentencia de 30 de
diciembre de 2021, desestima el recurso y confirma la sentencia del Juzgado.
Considera la Audiencia que en este caso concurren todos los
elementos del tipo delictivo, toda vez que cuando se recupera la posesión de la
vivienda, tras la realización de la diligencia de lanzamiento, por parte de la
ahora recurrente, tal vivienda acababa de ser recuperada en su posesión por el
propietario aunque, obviamente, en ese preciso momento en el que la recurrente
recupera la posesión perdida tras la práctica de la diligencia de lanzamiento
dicha vivienda no constituía morada de persona alguna.
La ocupante y ahora recurrente carecía de título alguno que
justificara la posesión. Conocimiento no equivale a consentimiento sobre la
cesión sobrevenida del arrendamiento.
En cuanto al tercer elemento, la voluntad contraria a la
ocupación de la vivienda es palmaria desde el punto y hora en que la recurrente
consiguió reocupar la vivienda careciendo de título alguno que lo justificara
una vez que ya se había ejecutado el lanzamiento por la comisión judicial y
ello se produjo con la oposición del propietario allí presente. Voluntad
contraria que también se ha puesto de manifiesto desde el mismo momento en que
fue citada en calidad de denunciada al juicio penal, permaneciendo en la
vivienda, ocupación que aún se venía manteniendo al momento del dictado de la
sentencia de instancia.
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